Preparamos durante tiempo
este rally en el que hemos fallado en muy pocas ocasiones, esta vez en su 9ª
edición, consecuencia del buen trabajo de nuestros amigos de Volantia, que
traen una prueba de tan gran nivel, tan cerca de casa.
En un formato que no nos
gusta mucho, porque son dos días, pero que con lo difícil que está el patio,
ayudas mandan y habrá que cumplir con todo.
De camino al rally, oímos una pieza que se caía al suelo, y aprovechando que
habíamos quedado a saludar a Agustín Talavan y su plantilla, le pedimos el “favor”
que el echase un vistazo.
Un tornillo del tensor de la bomba de dirección se había perdido, culpa de mi habilidad
mecánica uno…pero todo resuelto gracias a su habilidad, y sólo llegando un poquito
tarde a verificar.
Verificamos, y como siempre con la cagada anual del tramo de calibración, 6
años y 6 cagadas…todo más o menos bien, saludamos a nuestros amigos de Movilla
en Jarandilla, deseando que arranque el rally.
Unas medias, que son de verdad altas, temiendo por como respondería el coche,
dado que va de serie y lo que no sobran son caballos.
Hacemos el primer tramo del viernes por la tarde, antes de la salida
ceremonial, cuesta arriba… hacemos segundos, pero queda claro que para arriba
podemos hacer poco, por lo que esperamos hacer buen papel cuesta abajo.
Volvemos a Jarandilla, a la
protocolaria salida ceremonial, y desde allí a Plasencia, donde quedábamos en
parque cerrado.
¿Y como nos apañamos para venir desde allí si el coche lo tenemos en
Jarandilla? No tenemos asistencia, y el rally no está pensado para equipos de
bajo presupuesto…. Así que nos apañamos para poder apañarnos, y bastante bien por
cierto, a Antonio se le da bien la logística…. Eso de mover coches y gente es
su fuerte.
Volvemos a dormir a casa, más
valen 4 horas en cama propia, que 8 en cama contratada…y al día siguiente a las
5 de la mañana, vamos a por ello.
Sacamos el coche de parque
cerrado, y nos dirigimos a Hervás, para hacer el tramo de Honduras, y
¡¡SORPRESA!!
Cuando salimos al tramo, el
coche no arranca, no tiene batería, ¡¡MAGIA!!, menos mal que nos empujan y
arranca… seguimos para el tramo, que es cuesta arriba…y de nuevo nos vemos
superados por dos coches, demostrando que el Golf para arriba se resiente.
El siguiente tramo es cuesta abajo, nos aplicamos y ¡¡DE NUEVO!! Sin dirección asistida
otra vez. Joder con la dirección, la guerra que da. Lo habíamos probado,
reprobado, pero no estaba muy bien, otra vez mi habilidad mecánica. A pesar de
ello ganamos el tramo.
Retirada, no... gracias a
Antonio, que de nuevo hace gala de su capacidad logística y consigue una
batería, y gracias a la ayuda de la asistencia asturiana de nuestros vecinos,
apretamos el tubo… pasamos por la gasolinera que tiene líquido tipo “universal”
pero rojo, que le echamos y ¡¡VOILA!! Todo como nuevo…
Mejor porque Valdastillas sin dirección, puede ser terrorífico.
Volvemos al tramo de Hervás y esta vez, nos ganan tres coches, justito, pero
todos nos sobrepasan, en la bajada volvemos a hacer segundos, parece que sólo competimos
para abajo…
Nos queda Valdastillas/Piornal
Primer tramo en subida, fuerte subida, y segundo en bajada Piornal.
En la subida de nuevo terceros, con un montón de tiempo de retraso, las
interminables horquillas de Valdastillas, nos retrasan y no somos capaces de recuperar,
¡¡Un minuto y medio de retraso!!
En la bajada, vemos el coche de delante, entendemos que tiene problemas, pero
no es él, vemos mientras le adelantamos que Jose Ignacio se ha salido, no vemos
ni final de tramo y llegamos a control horario donde avisamos.
Golpe sin consecuencias físicas, pero vemos el Golf muy tocado. Esperamos verle
pronto en otra prueba.
Ganamos este tramo y nos colocamos en cabeza, muy a nuestro pesar, porque no es
esto lo que queremos.
Nos queda un último bucle, en
el que repetimos, segundos en subida y ganamos la bajada de Piornal…
Al final ganamos la prueba, no se nos da mal esta prueba, pero con el
convencimiento que necesitamos más caballería para subir al monte.
Entrega de trofeos, con apertura de champán, otro detalle de esta prueba y
vuelta a casa con el coche.
Un rally bonito y que no por conocido nos gusta más cada vez más, una
organización brillante y experta, y un entusiasmo que contagia al más pintado.
¿Y el coche? ¿Recordáis que
habíamos dejado el otro coche en Plasencia y que terminamos en Jarandilla?
Pues gracias a la organización, unos comisarios nos acercan el coche a
Jarandilla…
La otra noticia extraña del día, es que no me tomé ni una cerveza en todo el día
y nada menos que 2 cocacolas… cosa de la edad…supongo.
Por cierto…una gran satisfacción acabar esta prueba que es durilla, y si
podemos, que haremos por poder, volveremos.