Un
año más, y van unos pocos ya…señal inequívoca de que quien escribe, no está en
efervescente juventud…, participamos en esta prueba, que va por su XVI edición.
Las
cosas se ponen duras ya el sábado, dada la amenazadora cercanía del Wimba y sus
botellines fríos, que hacen que pasar la tarde sea una corta tarea mientras
verificas el coche, y que cuando ves que no hay luz, te acuerdas que tienes que
volver a Talavera a otras actividades, jejeje, que pensabas que ibas sobrao de
tiempo….Ver a Antonio Pulido beber sólo agua, el domingo por la mañana
certifica la dureza de la prejornada.
El
domingo, tempranito como siempre, nos vamos a la churrería, donde quedamos con
R. (el sabe que está detrás de esta inicial), que como siempre, no acudió por
problemas técnicos, así que sin compañía nos dirigimos al Real a disfrutar, que
no a disputar, la prueba.
Tras
los problemas de colocación de asistencia, llevan años, pero la verdad es que
no parece que haya más sitio, auqnue animo a buscar alternativas, nos colocamos
en un rinconcillo, con mosqueo de Antonio, que ve como coches particulares
aparcan en la zona de asistencia, para ir a ver la prueba, puteando de esta
forma a los equipos, pero bueno al final nos acopalmos en otro rincón, dejando
a la higuera de todos los años disfrutar de otras amistades.
Subida
de entrenamientos, como siempre, la mejor… me intento explicar, llego con más
ganas, me da igual la temperatura del asfalto, y lo veo más fácil y suelo sacar
mejor tiempo…, bueno este año mejoré un poquito al final, pero porque me
despisté al final. Algún incidente, hizo que se perdiese unos minutos, y tener
que acelerar la prueba.
Cuando
terminas la subida, estamos un tiempo, bastante en el caso de los malos, esperando
que suba el resto de los participantes, tiempo que invertimos en chancear y
comer algunas viandas, entre la que este año estaba la empanada, como siempre
y…
En
la segunda subida, el coche que me precedía, tuvo una salida de pista, ánimo al
piloto, y me encontré con un comisiario en medio de pista y unas aireadas banderas
amarillas, que me hicieron parar justo en la curva de Clemente Arroyo, y luego
para el golfito, y para mí también, recuperar no es lo mejor… bien es cierto que este año no temíamos por el
motor, ya que vamos a hacer uno nuevo, y si revienta que reviente, que no
reventó, por cierto.
Al
final un poco peor que la primera, por este incidente, pero en la llegada,
empezamos con la tradicional empanada, este año nos acompañaba Jorge Rivera
Makrallye, con su hijo como copi (que ya ha comunicado que se va a otro equipo,
jejejeje), su Subaru inconfundible, y un sobao pasiego que con un peso y
consistencia, que ya querrían los ladrillos macizos….Buen almuerzo.
En la tercera y para variar,
un poquito mejor de tiempo, supongo que me despisté en alguna cuva y no frené, con
unas ruedas en las lonas, que deslizaban pero suave y un motor que aguantaba
los 5 kilómetros, aunque llegaba muy calentito arriba.
Gracias de nuevo al
incombustible Antonio, que promete mejorar sus grabaciones para 2020, y a todos
los amigos que hacen que esta prueba sea tan divertida y que pasemos el gran
día que pasamos.
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